El icónico cuadro de Domenico di Michelino, fue pintado en el año 1465 y actualmente se encuentra en la Catedral de Florencia.
Es una alegoría en la que se ve a Dante con túnica roja y de pie ante las murallas de Florencia.
El cielo repleto de estrellas que se arquea sobre la cabeza de Dante. Como
pueden ver el cielo está construido como una serie de nueve esferas concéntricas
que orbitan alrededor de la Tierra. Esta estructura del paraíso pretende reflejar
y mantener el equilibrio con los nueve círculos del inframundo.
Para llegar al paraíso primero se debe (figurativa y
literalmente) ascender una montaña. En el horizonte, una montaña con forma de
cono se eleva hasta el cielo. Alrededor de esta montaña, un sendero asciende en
espiral, rodeándola nueve veces, y formando unas cornisas cada vez más
estrechas. A lo largo del camino, unas figuras desnudas sufren diversas penitencias
según su pecado.
Mejor conocido como “El Monte Purgatorio” es el ascenso de nueve
pisos que conduce de las profundidades
del infierno a la gloria del paraíso. En él, pueden ver cómo las almas
arrepentidas ascienden pagando todas ellas un precio adecuado al pecado que cometieron. Los envidiosos, por ejemplo, deben hacerlo con
los ojos cosidos para no codiciar; los orgullosos deben cargar con pesadas
piedras que inclinen sus espaldas en señal de humildad; los glotones deben ascender sin comida ni agua,
sufriendo con ello un hambre atroz, y los lujuriosos deben ascender a través de
las llamas para purgar así el calor de su pasión. antes de que se les conceda
el gran privilegio de subir por esa montaña y puedan purgar sus pecados, deben
hablar con ese ángel alado sentado en un trono a los pies del monte Purgatorio.
Ante él, una hilera de pecadores penitentes esperan permiso para acceder al
sendero ascendente. El ángel blandía una larga espada, cuya punta parecía estar
clavándose en el rostro de la primera persona de la cola.
Según el texto de Dante, el ángel que vigila el purgatorio utiliza
la punta de la espada para escribir la letra P que se repite siete veces, lo
que simboliza los sietes pecados capitales. Así, sólo pasando por todos y cada
uno de los niveles del purgatorio, puede el penitente expiar sus pecados. En
cada nivel, un ángel limpia una de las pes
de su frente, hasta que llega a la
cumbre limpio y con el alma purgada de todo pecado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario